¡LA CORTE SUPREMA FALLÓ A FAVOR DE LA PERSONERÍA GREMIAL DE LA FeTERA!

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Triunfo de la lucha organizada.

El pasado 4 de junio, la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) resolvió rechazar los recursos de queja interpuestos contra la sentencia que ordenaba al Ministerio de Trabajo conceder la Personería Gremial a la FETERA.

De esta manera, después de 20 años de lucha, ahora sí la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (FeTERA) tendrá su legítima y legal PERSONERÍA GREMIAL.

En el 2017, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, Sala V, en la causa “FEDERACIÓN de TRABAJADORES de la ENERGÍA de la REPÚBLICA ARGENTINA c/ MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO y SEGURIDAD SOCIAL” (Expediente 66541/2015), hizo lugar a la demanda y ordenó al Ministerio de Trabajo otorgar personería gremial a la FETERA.

Contra dicha sentencia el Ministerio de Trabajo y la Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza –FATLyF, que se había presentado como tercero- interpusieron recursos extraordinarios, pero fueron rechazados por la Cámara con fecha 9 de abril de 2018.

A pesar del rechazo de los recursos extraordinarios, el Ministerio de Trabajo y la FATLyF interpusieron recurso de queja ante la CSJN para que revise la decisión de la Cámara.

El pasado 4 de junio, la Corte rechazó ambos recursos de queja. De esta manera no existe recurso pendiente y, por tanto, el Ministerio de Trabajo de la Nación, en cumplimiento de la sentencia de la Cámara del Trabajo, debe otorgar la Personería Gremial a la FETERA.

En cuanto la Corte remita el expediente al Ministerio, se requerirá el inmediato cumplimiento y la firma de la resolución de personería.

Así estará culminando un largo proceso de casi 20 años, que incluyó varios pronunciamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) instando al Gobierno argentino a dar cumplimiento con sus obligaciones de garantía de la Libertad Sindical. Esa lucha, en gran parte fue sostenida incansablemente por nuestro compañero JOSE RIGANE quien supo llevar adelante el reclamo ante la Justicia argentina y ante la OIT. Hoy podemos decir, nuevamente, ¡JOSÉ TENÍA RAZÓN!